El sistema público de salud para adultos mayores atraviesa una advertencia crítica: la entrega gratuita de medicamentos a los afiliados del PAMI —Programa de Atención Médica Integral— podría verse interrumpida a causa de demoras de pagos a las farmacias y recortes de cobertura en varios fármacos esenciales.
Diversos gremios farmacéuticos y expertos sanitarios alertaron que el organismo acumula una deuda millonaria con los prestadores, lo que genera que muchas farmacias de barrio ya no puedan asumir la entrega gratuita de los remedios sin cargo para los jubilados.
El problema se agrava aún más porque las modificaciones en la cobertura del vademécum —con la quita del 100 % de gratuidad para numerosas moléculas— provocan que los jubilados deban afrontar copagos elevados o directamente no puedan comprar los medicamentos recetados.
Este escenario plantea un riesgo no solo para el bolsillo de los adultos mayores, sino también para su salud: sin acceso a tratamientos básicos, aumenta la probabilidad de complicaciones clínicas, hospitalizaciones y costos mayores para el sistema sanitario.
