El Senado uruguayo convirtió en ley el proyecto denominado “Muerte Digna”, que autoriza la eutanasia bajo condiciones específicas para personas mayores de edad con enfermedades incurables. Con 20 votos a favor sobre 31, Uruguay adopta así un marco normativo para la muerte asistida.
Qué establece la ley
La normativa define que podrán acogerse al procedimiento quienes:
- Sean mayores de edad y psíquicamente aptos.
- Estén atravesando una patología incurable o irreversible que provoque sufrimientos considerados “insoportables” y un deterioro progresivo de la calidad de vida.
- La solicitud debe realizarse por escrito, tras un proceso de evaluación médica, una segunda opinión independiente y una entrevista final con ratificación ante testigos.
Se contempla además que la voluntad del solicitante puede revocarse en cualquier momento. Médicos que no deseen participar podrán ejercer objeción de conciencia.
Un paso histórico en la región
Con esta ley, Uruguay se convierte en el primer país de América Latina en legalizar la eutanasia por vía parlamentaria, en contraste con Colombia y Ecuador, donde la muerte asistida está regulada vía fallos judiciales.
El proyecto fue parte de un recorrido legislativo de varios años. Hace meses obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados y finalmente fue aprobado en la Cámara alta, tras intensos debates y audiencias públicas.
Voces y protagonistas
Una de las figuras más destacadas fue Beatriz Gelós, de 71 años, que padece Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Presente en las gradas del Senado durante el debate, expresó su alivio y agradecimiento por la sanción de la ley.
También se mencionó el caso de Pablo Salgueiro, quien falleció padeciendo ELA y cuya memoria fue invocada durante el debate como argumento para ampliar los derechos sobre el final de la vida.
Lo que ahora debe hacerse
La ley establece un plazo de seis meses para que el Poder Ejecutivo la reglamente y precise los procedimientos administrativos y sanitarios.
Mientras tanto, el país ingestará el impacto ético, legal y sanitario de esta norma pionera, que abre un debate profundo sobre el derecho individual, la dignidad humana y los límites del Estado ante el sufrimiento.
